Batallitas

Mis experiencias como estudiante extranjero en la Universidad de Warwick

He aquí algunos ejemplos de las búsquedas que han conducido a mi blog:

Decadencia de la antigua roma de la cocina dios (¿comorrr?)
Maquinas para moler cascotes (con los cuernos hombre...)
Posters de la segunda guerra mundial (el unico tipo interesante)
Granada pub ambiente lesbianas O.O
John Travolta en sandalias (¡Fetichista!)

domingo, octubre 29, 2006

XVI.- Redecoraciones (I)

Redecorar habitaciones en la universidad era práctica frecuente y extendida. Yo mismo la sufrí en mis carnes. Pero como la de este chico, pocas lo igualan.

Fue una noche como otra cualquiera, que decidió pasar en la habitación de su chica, tan sólo unos metros más allá de la suya propia, mientras sus compañeros de residencia conspiraban contra el, tramando e intrigando cual sería la mejor forma de confundirle hasta el infinito.
Después de asegurarse de que la ventana de su cuarto estaba abierta, un miembro de la banda se coló por la ventana y la mudanza de mobiliario dio comienzo. Cuando el pobre chico volvió a su habitación a la mañana siguiente, harto de jugar al cuatro en línea (suponemos), se encontró con que su cuarto se había convertido en la cocina. Su confusión no fue sino aumentada por el hecho de encontrarse a dos de sus co-residentes untando sus tostadas en mantequilla y bebiendo té en la mesa, que ocupaba el lugar donde otrora se encontrara su escritorio. En la esquina de "su" cuarto ahora había dos neveras y un congelador, junto con la tostadora y la tetera. Ante esta visión, el pobre hombre se encaminó a la cocina, donde encontró su cuarto al completo exactamente tal y como se hayaba dispuesto el día anterior. Los conspiradores habian prestado especial atención hasta al más pequeño detalle: sus pósters estaban colgados en el mismo orden, el flexo, el ordenador y el equipo de música estaban correctamente dispuestos sobre el escritorio, que tambien había sido transportado.

Por supuesto, su ropa estaba perfectamente doblada en la despensa.

lunes, octubre 23, 2006

XV.- Sucedidos II. Yogur Líquido.

Los testigos del suceso que aconteció en el piso de arriba del autobús X14 y que paso a narrar probablemente siguen recibiendo tratamiento contra stress post-traumático ante la visión de uno de los más oscuros intentos para comprender la viscosa cinemática del yogur líquido.

Esta audaz experiencia fue llevada a cabo por la sub-facultad de dinámica fluida compuesta por el equipo de rugby de la universidad. El equipo ensambló un aparato de la más alta tecnología compuesto por un bote grande de yogur líquido de frutas del bosque y dos miembros del equipo con sus culos peludos el uno contra el otro, quedando así una suerte de embudo entre ellos. Después de recibir fuerte anestesia, y aun bajo la impresión de estar disfrutando de "un buen cumpleaños", cierto sujeto fue arrastrado hasta quedar como receptáculo del yogur líquido de frutas del bosque bajo el embudo formado por los mencionados cachetes peludos de los dos miembros del equipo de rugby. Tras recibir el "adelante" del supervisor jefe de la operación, la botella de yogur líquido de frutas del bosque fue vertida en su totalidad a través del embudo más peludo jamás visto por persona humana. A pesar de algún derramamiento, la mayoría de la sustacina fue vertida con seguridad a través del embudo, dejando al chico del cumpleaños indulgiendo en una deliciosa mezcla de pelos del culo, sudor, pequeñas partículas de mierda y yogur de frutas del bosque. A pesar de las pérdidas inevitables en el proceso, el experimento fue todo un éxito.

Y luego dicen que el rugby no es un deporte homoerótico.

sábado, octubre 07, 2006

XIV.- Sucedidos I. Capullete.

Escalofríos me recorren el espinazo cada vez que recuerdo esta historieta. Antes de nada, he de introducir el concepto de “drinking games” o, en español, los juegos de beber. Bien, estos juegos no son más que juegos insulsos del tipo “un limón medio limón dos limones medio limón”, “marcianito uno llamando a marcianito dos” y demás prácticas similares. El objetivo de estos juegos, practicados por inoncentes infantes no es más que un desenfadado pasatiempo para aliviar esas insufribles horas de viaje en coche y evitar la eterna pregunta de “?Cuanto falta?”. Sin embargo, si aumentamos la edad media de los practicantes de tales juegos a 22, y añadimos alcohol como castigo para aquellos que se equivocan o pierden, la mezcla es explosiva, y, generalmente, etílica. Estos juegos son altamente populares en el Reino Unido, practicado por todo adolescente que se precie de serlo y todo joven que sin más quiera convertir su noche de juerga en noche de borrachera. En fin, estos juegos de vez en cuando acaban en lágrimas, especialmente si añadimos a la mezcla una botella de Sambuca, un mechero y un gilipollas. Sin más, os presento a Nobby (que en inglés se pronuncia igual que knobby, que puede traducirse por capullete o algo asi). Bien, presentado Capullete, (con ese nombre que se puede esperar), prosigamos con la historia. Siendo el vigesimotercer cumpleaños de Capullete, Capullete decidió que un par de rondas de Shithead (un juego de beber que podría traducirse como Cabezamierda) bajo las Reglas Internacionales de Beber serian una buena forma de celebrar su aniversario.

De tal modo, y bajo su miope visión del entretenimiento, Capullete decidió embarcarse en un poco de automutilación en la siguiente forma: después de impregnar los bordes de un baso de chupito con Sambuca, procedió a captar la atencion de su audiencia dándole fuego al vaso y apretándolo sobre uno de sus pezones. Como no podía ser menos, la física actuó, el fuego del borde del vaso consumió el oxígeno que quedaba atrapado dentro del vaso, provocando el vacío y finalmente succionando el pezón de Capullete dentro del vaso con una fuerza considerable.

Su público quedó asombrado.
Nunca habían visto nada parecido.

Una cosa así no podía acabar bien. Sucedió lo inevitable.
“¿Te apuesto lo que quieras a que no te haces eso en uno de los cojones?”
Era "El Desafío". El guante había sido arrojado.
A Capullete no le importaron las consecuencias de semejante gámbito, su única y retorcida concepción de “eso es una buena idea” le indicó que ésta era una de esas.
Por supuesto, dado el tamaño desmedido de los huevazos de Capullete, hacía falta un vaso algo más grande que el de chupito. Finalmente, alguien trajo otro vaso y, cámaras en mano, un público expectante se arremolinaba alrededor de Capullete mientras éste llevaba a cabo el ritual del vaso y el Sambuca.
Capullete se bajó los pantalones.
La tensión se podía cortar con un cuchillo. La espera, agónica.
Una vez más, las leyes de la Física actuaron: la gónada izquierda de Capullete fue succionada dentro del vaso con un “suuuuuuuuuuuuuup-plop” más que sospechoso.

***

¿Suuuuuuuuuuuuup-plop? ¿Plop?. Algo no podía haber ido bien.
Testigos oculares y presenciales aseguran que Capullete gritó a pulmón abierto durante un minuto antes de caer desmayado. El humo acre de su pelo púbico churruscado se elevaba como el humo de una pistola.
Un más que rápido trayecto a urgencias apretando el culo vio finalmente como los médicos de guardia hacían esfuerzos inhumanos por mantenerse serios mientras rompían el vaso que guardaba el testículo dislocado de un Capullete aun inconsciente.